No puedo parar de observarte con atención... eres tan perfecto para mí... en ocasiones, siento que tú haces exactamente lo mismo... me miras, lo noto.
En este momento, me siento completa. Te tengo a una mínima distancia de mí, muy cerca... no necesito nada más...
Todos nos han dejado solos ahora mismo. Solos tú y yo. Lo recuerdo y me pongo nerviosa... te das cuenta. Me acaricias el pelo y me hablas, me preguntas que si estoy bien. Te digo la verdad... De pronto, siento que te acercas... te acercas a mí lentamente... siento tu rostro muy cerca de mi. Lo entiendo. Sé que ocurrirá. No sé cómo ni qué hacer pero no puedo parar de sonreír, quiero hacerlo. Quiero. Quiero. Quiero. Sigues acercándote, te siento a pocos centímetros... hasta que así siento que tus labios comienzan a rozar los míos... me acaricias la cara mientras sigues acercándote un poquito más... y entonces ocurre... ocurre que parece que me encuentro en las nubes, en pleno cielo, volando como el más libre pájaro... libre, libre entre tus labios...
Y ahora, justo ahora me preguntas un "cómo te sientes"... mientras que yo sólo puedo responderte con un "te quiero"... ríes y me abrazas con ternura... me apartas el pelo, te acercas lentamente y me susurras en el oído: "yo no te quiero... yo te amo"... sonrío y te confieso que quisiera tenerte conmigo, a mi lado, para siempre... que me siento completa contigo, que no necesito nada más para sentirme bien... te diría que me encantas, pero es más que eso... amo tu sonrisa, amo tu boca, amo como me miras o me tocas, amo lo que dices, amo lo que haces, amo todo lo que venga de ti... te amo a ti...
Ven, abrázame... no quiero que te alejes de mí... perdamos la cuestión del tiempo... en este momento sólo importamos tú y yo, nosotros... entra conmigo, ven a mi mundo y perdámonos en él.
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