sábado, 17 de noviembre de 2012

Lo conseguiré.

Intento ser fuerte. Intento concienciarme de que ya no eres el mismo, no eres lo que yo esperaba... ya no eres tú. La persona que yo amaba se esfumó... me olvidaste, ya no eres el mismo.
Entonces intento meterme en la cabeza la idea de que debo olvidarte, necesito dar un paso hacia delante... debo salir de este hoyo tan profundo que no me deja escapar...
Si en estos momentos eres feliz, bien por ti. Espero que esa tipa sepa amarte aunque sea un poco más y mejor que como yo lo hice... espero que sea capaz, porque mi amor por ti es imposible de medirse, no existen palabras para describir lo que yo siento o sentía por ti, estoy confundida... ya no sé lo que eres para mi, porque tú mismo te estás encargando de apagar la llama que queda de mi amor, y llegará un momento en el que, al final, lo consigas... recuerda que tú y nada más que tú eres el culpable... yo te lo dí todo, eras mi fuente de inspiración, mi ilusión, mi todo, mi vida... ¿y ahora? te fuiste, sin dejar rastro, sin una mísera despedida, sin un adiós, sin una simple explicación...
Pero, bien. Seguiré con mi vida, no me queda de otra. Voy a intentar sacarte de mi cabeza cuánto antes, y espero que sea tan fácil como lo hiciste tú.
Ahora sí, adiós, pero para siempre.



jueves, 15 de noviembre de 2012

Quisiera decirle adiós.

Ese momento, el que creer que el mundo se te viene abajo, el que parece que todo va mal, en el que te derrumbas, en el que sólo tienes ganas de llorar... entonces piensas: ¿qué es lo que hago en este mundo? ¿acaso me espera alguna misión en la vida?
A veces pienso que mi vida no tiene sentido alguno... la persona que quiero no está conmigo, no llevo una vida realmente feliz en ningún sentido...
ÉL. Sí, él. Esa persona tan especial para mi hoy debe estar especialmente contento... hoy cumple meses con su novia... A pesar de que quiero que sea la persona más feliz de este mundo, aunque no sea a mi lado, me duele. Me duele. Me duele mucho. Me duele que nadie más lo pueda querer tanto como yo lo quiero. Me duele que ya lo nuestro no sea lo mismo, me duele que me haya dejado de lado... me duele que me haya mentido y jugado con mi persona... creo que ya no existo para él... Antes hablábamos día a día, varias veces... eramos como inseparables... era mi alma gemela... nos lo contábamos todo... ¿y ahora? todo se ha derrumbado antes mis pies... ya se han ido mis ilusiones, mi alegría, mis ganas de estar a su lado... ¿a dónde se fueron esas palabras de amor que me dedicaba? ¿a dónde se fueron sus ganas de conquistarme? ahora es cuando de verdad pienso que las palabras se las lleva el viento... 
Sólo me queda desahogarme... ahogarme en la melodía de las canciones... no sé que es lo que pueda aliviarme este dolor que llevo dentro...
Es triste, muy triste... pero, a pesar de todo, yo si que le quiero... es tan especial para mi... 
Ojalá pueda dejar atrás este amor, este amor que me atormenta, que me hace pensar en él desde que me levanto hasta que consigo dormirme... puede que deje atrás el amor, pero será muy difícil olvidarle completamente... pero, a pesar de todo, le doy las gracias... sí, gracias... gracias por haber hecho que durante todos esos meses saliera siempre a la calle radiante, con una gran sonrisa, feliz, ilusionada... fui la chica más feliz del mundo cada vez que me decías todas esas cosas tan bellas... gracias por cada uno de esos momentos.
Quisiera decirle adiós.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Miénteme.

+ ¡No te vayas!
- No me he movido.
+ Dime algo agradable.
- Sí, ¿qué quieres que te diga?
+ Engáñame. Dime que siempre me has esperado. Dímelo.
- Todos estos años te he esperado.
+ Dime que te hubieses muerto si yo no vuelvo.
- Estaría muerta si no hubieses vuelto.

Unas palabras rabiosas.

Y entonces, escribir en un sitio desconocido para la sociedad que me rodea, que nadie conoce, es mi única fuente de escape, el único lugar para expresar todo esto que llevo dentro, que me quema, que no me deja vivir ni seguir adelante, ese individuo, tú. Tú, tú y tú. Tú eres el culpable de este sentimiento, que poco a poco, con palabras escritas fuiste alimentando. Me ilusionaste. Me mentiste. Me heriste. ¿Y ahora qué? Aquí me encuentro, recordándote, pensando en ti. ¿Quién va a sacarte ahora de mi cabeza?, mejor dicho, después de meses hablando contigo a cada momento, todos los días, después de que me dedicaras canciones hermosas y me alegraras con palabras de amor, ¿cómo pretendes que te saque ahora de mi cabeza?
¿Sabes? me imagino que yo soy una más incluida en tu sucio cuento engaña-tontas. Me imagino que solo soy una más en tu larga lista de niñas ilusas, de chicas que sólo pretendían hablar con alguien, sólo hablar, pero que nunca habían pensado en enamorarse hasta las trancas.
Quisiera pensar que, en algún momento del día, o tal vez de la semana, algo te hiciera acordarte de mi. Tan sólo que fuese un pensamiento fugaz, algo que te hiciera recordar mi nombre, algo que te hiciera recordarme, a mi persona, a eso que creo que soy... y espero que, en cada momento que estés con ella algo te haga que yo me pase por tu mente. Eso es lo que te deseo. Haz sido muy egoísta  Mucho. Egoísmo es la palabra que mejor te define... pero sí esto es lo que quieres, voy a jugar el mismo papel.
Y ahora, estas palabras llenas de rabia hacen la conclusión. Aquí sigo, en mi lugar habitual, pensando en él.
Unas palabras llenas de rabia pero que se definen como aquellas que se mueren por escribirle, por preguntarle como está, por saber qué es de él... sí que es verdad que lo extraño, y mucho, pero debo de ser fuerte, aguantar, y así, algún día, poder olvidarme de este amor... de este sentimiento, pero creo que va a ser imposible olvidarme de él. De él.

sábado, 3 de noviembre de 2012

jueves, 1 de noviembre de 2012

Tus labios en mis labios.

Sueño con poderte encontrar. Acurrucarme en tu pecho y entonces me abrases, así, suavemente. Me acaricies la cara con tus suaves manos como la seda. Y sí, sonrío mientras un escalofrío se apodera de mi cuerpo y me hace temblar. Me aprietas más fuerte, con dulzura. Me siento bien en tus brazos, cómoda, protegida, me siento feliz. Y entonces mis labios están a punto de pronunciar dos simples palabras llenas de sentimientos, solo dos, "te amo". Sonríes  "lo eres todo para mi, no me dejes nunca". Te abrazo contra mi y te prometo que nunca te voy a dejar. Seguidamente, te vas acercando poco a poco a mi rostro,  me pongo algo nerviosa, pero espero. No puedo dejar de sonreír, quiero que esto ocurra. Te acercas, te acercas, un poco más. Nuestros labios están a pocos centímetros. Sonreímos inconscientemente. Tus labios rozan mis labios. No sé como actuar, pero me dices que me relaje, que me deje llevar. Me acaricias la cara mientras me besas con dulzura. Me siento en las nubes, no puede haber una sensación mejor que esta. Te alejas durante un momento, sonríes y me preguntas si me siento bien... solo puedo sonreír mientras mis brillantes ojos te contestan... nos abrazamos. No hay palabras para describir como me siento.

Me pregunto que fue lo que hizo que te fueras.

Y entonces vuelvo a pensar en ti. Me entristezco preguntándome qué fue lo que nos separó, qué fue lo que hizo que ya no hablemos.
Te confieso que te extraño, que me muero por verte, hablarte...
En estos momentos no puedo evitar emocionarme al ritmo de esta melodía, escucho una canción que un día me dedicaste, unas palabras tan hermosas de ti hacia mi... ¿cómo olvidarte?... te clavaste muy profundamente en mi corazón y va a ser difícil que de ahí salgas, incluso nunca podré olvidarte totalmente...
Y entonces vuelvo a preguntarme que fue lo que nos separó, lo que hizo que ya no habláramos más.
Te extraño, te extraño mucho.