La ruta de la vida.

Me encuentro cansada de resultar siempre la persona que se preocupa por el otro, por el resto de la gente... Cansada. Mucho. Muy cansada de pensar en el que está al lado y no obtener meras respuestas de nada. Por ejemplo, llamar y que no me cojan el teléfono para saber cómo se encuentra la otra persona. ¿Y qué pensar?. Siento que ya no puedo más... ¿por qué yo? ¿por qué a mi? ¿qué pasa conmigo? ¿me merezco realmente esto?. En estos momentos me siento la persona más asquerosa  débil, estúpida y desdichada del mundo en el que vivo... ¿quién de verdad se preocupa por mí o por lo que pueda pasarme?
Supongo que sólo me queda seguir caminando, continuar andando por el gran camino. Me seguiré encontrando con piedras, atascos o aberturas en él, pero continuaré mi rumbo. La ruta de la vida. En realidad, aún no tengo idea de a dónde me dirijo, a dónde voy... pero una cosa si tengo muy clara: quiero llegar a el destino "felicidad". Estoy segura de que esa palabra se encuentra en algún lado. No sé de qué manera, ni con quién, ni en dónde... pero llegaré, la alcanzaré. Allá voy.
Por ahora, tengo que concentrarme en sobrepasar estos altos escalones que me dificultan desplazarme... pero nada es imposible... siento que puedo superarlo.

¿Y por qué a mí?

Yo, que te amo incondicionalmente, que pienso en ti constantemente, que te admiro, que me encantas tal y como tú eres, la que adora tu sonrisa, tu forma tan hermosa de reír, de bromear... ¿por qué soy yo la que tiene que sufrir de esta manera?

Tú lo necesitabas, y yo también.

Y entonces te vi, ahí, en la ventana. Mirabas al horizonte con la mirada distraída y apagada.
Te observaba durante un largo rato, pero esta última vez no pude aguantarme las ganas de dirigirme hacia ti y darte un fuerte abrazo. Tú lo necesitabas, y yo también.
Me sumergí en tus brazos durante un largo rato, mientras mis ojos no podían parar de derramar lágrimas al ver que tú hacías lo mismo. No podía soportar verte así de triste, teniéndole que añadir cómo me sentía yo a raíz de todo lo que me había enterado esa misma tarde. En realidad no sé si sabrías el por qué de mis lágrimas, tal vez es posible que te hicieras una idea.
A pesar de todo yo sigo queriéndote. Te quiero mucho, demasiado... aunque sea en vano, ya que tú por ahora sólo tienes ojos para ella. Yo sólo quiero tu felicidad, conmigo se queda mi lamento.

Desilusiones.

Y al fin me enteré de lo que pasaba. Al fin supe por qué estabas tan deprimido. Al saberlo casi me muero, no podía creer lo que me estaban contando... no podía ser real, no podía estar pasando. Pero era así y no de otra manera: estás enamorado de ella. De ella... de ella. Ella. Pero ella tiene novio, y no puede corresponderte.

En este instante sentí que el mundo se me derrumbaba por dos claras razones: sé perfectamente lo que significa sufrir por amor y, por eso, no quiero que pases tú por lo mismo, no puedo soportar la idea, necesito que estés bien, que seas feliz... pero... lo peor de todo es que mis ilusiones cayeron en picado desde una gran altura hasta el suelo. Enamorado de ella. Ella. ¿Y todas tus muestras de cariño? ¿y todas las bromas, risas y abrazos? ¿a dónde se fueron los significados de las tiernas sonrisas? está claro que todo eran meras ideas que se planteaban en mi cabeza, él nunca me quiso como algo más que una simple amiga.

Siento que no puedo expresar con palabras cómo me siento en estos momentos... sólo tengo ganas de llorar, de mandarlo todo a la mierda, de gritarle al mundo cuanto lo odio... de que Dios me responda el por qué a mí, el por qué me hace esto, el por qué no me deja ser feliz junto a la persona que más amo.

 

No quiero perderte.

No quiero perderte. Me niego... ni siquiera puedo pensar en esa idea. Siento que si eso pasara mi vida quedaría incompleta, vacía, no tendría sentido continuar... no quisiera continuar.
Me duele verte tan extremadamente serio. Quiero verte feliz y tan payaso cómo cuando te conocí, verte de esta manera no me gusta.
Quisiera saber qué es lo que te ocurre de verdad y así poder ayudarte cómo mereces... mereces lo mejor del mundo.
Ojalá pudiera darte mi cariño, entregarte mis mimos y caricias, besos y abrazos, hacerte feliz.

Vida, sorpréndeme.

Supongo que en algún momento de mi vida me tocará ser feliz. Sentirme bien conmigo misma, con mi ambiente y, sobre todo, al lado de una persona especial que me ame, me entienda y me adore por lo que soy sin ninguna clase de inconvenientes.
Espero que esas etapas de felicidad de la vida realmente existan y no sólo se traten de meras teorías.
Ojalá que el dolor, la pérdida, las lágrimas y los amores no correspondidos algún día se vean recompensados o, más bien, reemplazados por cosas buenas y positivas.
Vida, sorpréndeme en algún momento del camino.

Cómo sobreviviré...

Cómo podré sobrevivir expresando mis sentimientos en un lugar desconocido... un lugar en el que muy poca gente sabe de su existencia y que a la vez, poseen la suerte o la desgracia de conocer el sentimiento que inunda mi corazón.Me siento débil, incapaz de seguir... siento que mis fuerzas se agotan. Dependo de este lugar para expresar todo lo que pienso, sin poder así contárselo a nadie.
Me siento verdaderamente mal. No sé que va a ocurrir exactamente con mi vida... no le encuentro sentido. 
Para qué vivir con este sufrimiento...

Puedes verlo en mis ojos.

Puedes verlo en mis ojos, tan sólo tienes que prestar atención y observar adecuadamente su brillo.
Ojalá te dieras cuenta de lo mucho que te amo, de lo que te necesito, de lo imprescindible que eres para mí... que me duele que estés lejos, me duele no verte, me duele no hablarte, me duele no sentirte. Duele que en momentos no me prestes la atención que quisiera.
Tal vez soy inconformista. Creo que me conformo con tener tu hermosa amistad, que para mí es lo mejor del mundo... pero a la vez siento que te necesito más cerca, que necesito más de ti. Es difícil de explicar.
Yo sólo se que no se nada. Lo único que tengo claro es de todo lo que te quiero sin saber un por qué, por qué a ti, por qué a mí. 
¿Por qué me toca vivir a mí todo esto? ¿Será que este se trata de un aprendizaje enviado por dios? ¿Qué es lo que puedo aprender de esta experiencia? Sin duda no es la mejor de mi vida.
Preguntas filosóficas, preguntas que nadie me puede responder... 
Tiempo al tiempo, este pondrá a cada uno en su lugar. Él lo cura todo, dicen que las heridas sanan algún día... sólo me queda esperar.

Contigo.

Quiero vivir junto a ti, a tu lado ser feliz.
Es que es ver tu carita, su linda sonrisa, ver como ríes... e imaginarme una vida contigo. 
El resto de mis días a tu lado serían maravillosos, indescriptibles, estoy segura de ello.
Tú eres capaz de hacerme feliz. Tú y yo. Nosotros.
Contigo.

¿Me das un beso?

+ Mi amor, ¿me das un beso?
- Te daría mil.
+ ¿Y si pierdes la cuenta?
- Empezaría de nuevo.

Siempre estaré para ti.

Quiero estar a tu lado en los buenos momentos de tu vida, así como en los malos.
Quiero estar tanto cuando rías como cuando llores, para reír o llorar contigo. Quiero ser tu fuente de felicidad, así como un hombro en el que puedas lamentarte, porque aquí estaré para apoyarte, mimarte, recordarte lo mucho que te amo y te quiero... 
No olvides que siempre estaré para ti.

Te necesito cerca.

Cómo hago para despejarte de mi mente, qué hacer para dejar de pensar en ti.
Cómo dejar de recordar tu bella sonrisa, tu linda forma de reír, tus bromas, tu sentido del humor. Cómo alejar de mi pensamiento la manera en que me llamas o nuestros temas de conversación.
Te extraño, te echo de menos... quiero verte.
Necesito tenerte cerca, rozar tus manos.

Tú tienes algo de mí que nadie más tiene.

+ Mi amor, ¿por qué estás tan serio? ¿qué te pasa?
- No, nada... ¿qué iba a pasarme?
+ Anda, no disimules... te conozco muy bien, se que estás serio.
+ Bueno... he visto cómo te miraba, podía leerle la mente... no puedo soportarlo.
- No tengas celos, tú tienes algo de mí que nadie más tiene...
+ ¿Ah sí? ¿qué es?
- Mi corazón.

Te espero en mis sueños.

Buenas noches, mi vida.
Quiero verte, tocarte, besarte, demostrarte lo mucho que te quiero... te espero en mis sueños.

Mi vida está completa cuando estás conmigo.

Abrazos que abarcan ciudades.

Me encantaría ser para ti lo que tú ya eres para mí.

Amo el perfume de tu piel, la esencia natural de tu cuerpo que desprendes cuando estás a mi lado. Ese olor que me hace delirar, el que te caracteriza, ese que no puedo describir exactamente... pero que me encanta, me encanta. Me haces volar, mi alma se eleva hacia el cielo cuando estás cerca de mí... no hay mejor sensación que tu bella presencia.
Me encantaría ser para ti lo que tú ya eres para mí.

Juntos en la arena.

El mar. El dulce sonido de las olas en la orilla.
Juntos en la arena, tú y yo.
+ Mi amor...
- Dime mi chiquitita.
+ Prométeme lo que estoy pensando.
Me miras a los ojos, sabes perfectamente de lo que se trata. Sonríes, no puedes evitarlo... lo hago yo también.
- Te lo prometo, corazón... no te vayas jamás de mi lado. Eres la torre que sostiene mi vida, mi brillo de luz cada mañana... tus ojos son mi esperanza, mientras que tus dulces labios son mi inspiración. Te amo.
Entonces, no puedo evitar que una lágrima caiga por mi mejilla... qué lindo es obtener lo que esperas de la persona que amas sin que se lo pidas.
Por cierto, yo también te amo. Mucho.

Te comería a besos.

Tú, yo... en una noche de invierno.

Tú. Yo. Tú y yo. Nosotros juntos en una tarde de invierno.
Hace frío, tengo frío. Eres consciente de ello y por eso en estos momentos me estás abrazando. Estoy entre tus cálidas manos, mientras descansamos los dos en el sofá. 
Está todo en silencio, él se apodera de nosotros. Y entonces te miro, no puedo dejar de contemplar tu belleza mientras tú a la vez me acaricias el pelo. Sonrío.
Me siento bien, perfectamente... no podría estar mejor. En ti encuentro mi hogar, mi casa, la serenidad y la tranquilidad.
Pero, ¿qué ocurre? ¿por qué en estos momentos no somos capaces de decir ni una palabra? Puede que estemos nerviosos, ambos estamos imaginando qué podría pasar... algo mágico, increíble, algo entre dos. Algo entre tú y yo. Nosotros. En uno.
Siento que no aguanto más, quiero que ocurra. Ya. Ahora. Estás tan cerca de mí que ya no soporto estas ganas. Me aproximo a ti, a tu rostro. Te das cuenta, sonríes. Sabes mis intenciones perfectamente, por lo que tú te das prisa por hacer lo mismo. Te acercas... más, más, un poco más. Y entonces nuestros labios comienzan a rozarse. Soy capaz en estos momentos de sentir tu calidad, tu dulzura, tu pasión.
Tu respiración se agita. Siento que se acelera, y eso hace que me ocurra a mí lo mismo. Va cada vez más fuerte, no podemos parar... pero, ¿qué pasa?, ¿que va a ocurrir ahora?.
Mientras nuestros labios están entrelazados, besándonos, siento que una de tus dulces manos comienza a rozar mi brazo, dulcemente, con dulzura. No puedo evitar que ahora un enorme escalofrío se apodere de todo mi cuerpo. Puedo imaginarme tus intenciones, y no quiero parar, quiero que continúes, sigue.
Y entonces comienzas a tocar mi camisa de botones... un botón fuera, y otro, y otro más. El último. La parte posterior de mi cuerpo queda libre y te aproximas a besarme... siento que voy a explotar.
Entonces, yo también quiero seguir tu juego... no puedo resistirme a estarme quieta por lo que comienzo a tocar tu espalda, te acaricio... quiero quitarte toda la ropa, pero sabes que mi timidez no me deja ir más allá... sonríes, coges mis manos dulcemente, las acaricias... te aproximas hacia mi oído y me susurras que todo irá bien, que si quiero continuar con esto. Sí. Sí. Sí. Es lo que siempre había esperado, esto es muy especial, mágico.
Te encargas de quitarte la camiseta, ambos estamos semi desnudos. Nos besamos. No podemos parar de darnos amor y cariño. Entonces, te levantas del sofá, quieres algo... quieres que nos dirijamos hacia la cama. Tiemblo. No sé que hacer ni como actuar, pero a tu lado me siento segura, contigo me voy.
Estamos en el dormitorio, juntos, completamente solos... próximos a la cama, me tumbas sobre ella. Mi respiración cada vez va más rápido, siento que no puedo controlarme, tengo unas ganas increíbles de besarte, de sentirte, de tenerte entre mis brazos... de tenerte dentro de mí.
Tú tampoco puedes aguantar más. Me observas tan dulce, ingenua y niña ahí, tumbada en la cama, suplicándote con la mirada que me beses, que te acerques a mí. Y lo haces, te siento sobre mí... tan cálido, eres hermoso. 
Nuestras últimas prendas de ropa han desaparecido, ya no hay ni rastro de ellas... ya no están. 
No podemos parar de observarnos mientras la luz de la luna nos señala entre la ventana con su blanca luz. Las estrellas nos sonríen, son testigo de nuestra pasión, de nuestro amor... de cuanto nos queremos.
Tú, yo... juntos. Llenitos de amor en una noche de invierno.

Your touch.

El tacto de tus manos... la calidad. Tus manos, mi hogar.
Tus perfecto tacto, su perfección... la belleza de tus manos.
Encuentro una belleza indescriptible en ellas, son perfectas, especiales.
Cuando me tocas siento que deliro, un enorme escalofrío se apodera de mi cuerpo... pero sonrío, me siento bien, muy bien. 

Yo sólo quiero tu presencia.

Tú. Tú. Tú. Túuuuuuu.

La persona más hermosa de mi mundo. Te quiero.

Eres tan importante, imprescindible... Necesito verte, rozar tus manos, reír junto a ti.

Es demasiado todo lo que provocas en mí... alegrías, felicidad, buenos momentos. No tengo palabras para describirte. No tengo palabras para describir todo lo que provocas en mí.

Eres importante, exclusivo e imprescindible en mi vida... no te vayas nunca. Ven, dame tu mano... acompáñame en el largo camino de la vida...

Acompáñame en mi camino, prometo que nos divertiremos en él. Nos haremos felices el uno al otro... no me importa de la manera que sea. Amigos / novios. No me importa. No tiene importancia. Yo sólo quiero tu presencia, que no te vayas... quédate aquí, conmigo.

Es increíble lo mucho que te quiero.

Es increíble lo mucho que te quiero, sólo quiero estar cerca de ti.
Me sorprendes... lo sabes casi todo de mí. Sabes mis sueños, las metas que quiero alcanzar. Sabes mis gustos y mis aficiones. Parece que me leyeras la mente cuando me dijiste esto:
+ ¿Y a mí? ¿Cómo me ves en un futuro?
- Te imagino por las calles de Nueva York con un vestido corto y de color negro, corriendo para llegar a tiempo al trabajo.

Es muy cómico. Eres increíble, segura estoy que no hay nadie como tú. 
Pero, ahora que lo pienso... todo sería mejor si te vinieras conmigo, ¿no?