jueves, 1 de noviembre de 2012

Tus labios en mis labios.

Sueño con poderte encontrar. Acurrucarme en tu pecho y entonces me abrases, así, suavemente. Me acaricies la cara con tus suaves manos como la seda. Y sí, sonrío mientras un escalofrío se apodera de mi cuerpo y me hace temblar. Me aprietas más fuerte, con dulzura. Me siento bien en tus brazos, cómoda, protegida, me siento feliz. Y entonces mis labios están a punto de pronunciar dos simples palabras llenas de sentimientos, solo dos, "te amo". Sonríes  "lo eres todo para mi, no me dejes nunca". Te abrazo contra mi y te prometo que nunca te voy a dejar. Seguidamente, te vas acercando poco a poco a mi rostro,  me pongo algo nerviosa, pero espero. No puedo dejar de sonreír, quiero que esto ocurra. Te acercas, te acercas, un poco más. Nuestros labios están a pocos centímetros. Sonreímos inconscientemente. Tus labios rozan mis labios. No sé como actuar, pero me dices que me relaje, que me deje llevar. Me acaricias la cara mientras me besas con dulzura. Me siento en las nubes, no puede haber una sensación mejor que esta. Te alejas durante un momento, sonríes y me preguntas si me siento bien... solo puedo sonreír mientras mis brillantes ojos te contestan... nos abrazamos. No hay palabras para describir como me siento.

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