Y el otro.

Y el otro... aquella personita que un día fue la razón por la que vivía... por la que me despertaba cada mañana solo por la ilusión de verle... la ilusión que mantenía mi vida...
Ya casi ni te recuerdo... ya no eres imprescindible en mi vida como lo eras antes. Ahora eres "algo neutro", ni me haces bien, ni me das alegrías por tan solo verte o una simple mirada, ni me haces mal, mal por no hablarme, por no prestarme atención, simplemente porque no me importas, ya no eres nada para mi.
Me parece tan extraño que te haya olvidado en tan poquito tiempo... tan solo dos meses, dos simples meses... tal vez eso signifique que no fuiste demasiado importante, o tal vez sí... pero tú mataste ese sentimiento poco a poco... ese sentimiento que vivía a cada segundo, a cada minuto, a cada hora, a cada día en mi... en mi ser, en mi alma... en mi corazón.
Ahora sí... ahora sí te digo adiós, y le doy gracias a dios por haberte quitado de mi camino... no mereces a una persona como yo... pero no te deseo el mal, quiero que seas feliz y que de verdad encuentres a una persona que de verdad te ame, y que su amor se parezca tan solo un poquito al que yo sentí por ti.
Adiós, adiós... te quisiste ir... ahora te pido que nunca vuelvas.