lunes, 4 de noviembre de 2013

Hola de nuevo.

Hola mi querido blog. 
Nuevamente estoy aquí... después de tanto tiempo. Han cambiado muchas cosas en mi vida desde la última vez que escribí por este lugar, y sin lugar a dudas, sigues siendo mi vía de escape cuando necesito escribir, expresarme, dar a conocer todo lo que llevo dentro y no se como contar a nadie.
En cuanto a mi amor imposible... me armé de valor para contárselo todo. En estos momentos, seguimos siento mejores amigos. Nada ha cambiado desde entonces. Me entendió perfectamente al contarle todo lo que sentía.

Este verano ha sido un tanto especial. Tuve la oportunidad de conocer a una persona maravillosa, que me hizo tremendamente especial mientras fluyó nuestra relación. Me hacía sentir la persona más increíble del mundo.
Lo conocí en un lugar nada peculiar, un lugar común. Nuestras miradas se intercambiaron desde un primer momento, y nuestras sonrisas destacaban entre los dos. La verdad es que no podía dejar de mirarle, y notaba que cuando yo volcaba la mirada, el hacía lo mismo.
Pasó el tiempo y cada vez que iba a aquel sencillo lugar siempre me saludaba feliz, se alegraba de verme. Me saludaba con su especial tono tímido... sin duda era demasiado especial para mí. Poco después me encontró en una red social y, a partir de ahí, fuimos inseparables por unos meses.
Sin lugar a dudas viví un tiempo maravilloso.

Por desgracia, las circunstancias de la vida hicieron que cada uno tenga que hacer su vida por separado (al menos por ahora). 
Cierto es que no logro acostumbrarse a vivir sin saber de él, sin saber como está, qué es de su vida... antes sabíamos todo uno del otro, todo lo que hacíamos... lo echo mucho de menos y a veces, al pensar que nada volverá a ser lo mismo caigo en un pozo en el que es muy difícil encontrar la salida.

Por mi parte yo nunca me voy a olvidar de él... él. Mi amor de verano.




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